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CREANDO LO QUE NO EXISTÍA
Después de ser madre, quise retomar el uso de la copa menstrual (era mi asignatura pendiente). Años atrás lo había intentado pero fue un fracaso total: compré una copa cualquiera y me molestaba porque era muy larga.
Cuando apareció de nuevo la regla, me armé de valor y me compré una copa estándar (pensaba que todas las copas eran iguales). La experiencia fue horrible. Peor que con la primera copa. El dolor que sentía al ponerla y quitarla hizo que me rindiera y lo dejara de intentar.
Soy bastante cabezota y aunque no la volví a usar, no me quitaba la copa menstrual de la cabeza. No podía creer que no pudiera usar la copa por dolor cuando todo parecía estar en orden. Estaba confundida y algo frustrada. ¿Era yo la única mujer que tenía molestias con la copa menstrual?
INVESTIGACIÓN Y DESCUBRIMIENTOS
Me puse a investigar por mi cuenta y saqué las siguientes conclusiones:
- Todas las copas tenían la misma forma, eran rectas.
- La mayoría de las copas eran muy rígidas, además tienen un reborde muy duro y pronunciado.
Después de darle muchas vueltas a este tema de la copa, pensé, ¿sería posible crear una copa más flexible para las mujeres que como yo tienen molestias?
El nacimiento de PapayaCup
No me atrevía a decirle nadie lo que estaba haciendo y lo llevé un tiempo en secreto. Un día, acabé contándole mi loca idea a una amiga, Tania. Por lo visto, se encontraba en la misma situación que yo con las copas menstruales pero no lo había comentado con nadie. Decidió unirse al equipo de investigación y es en ese preciso momento cuando nace PapayaCup.
Meses más tarde y después de varios intentos fallidos y de probar diferentes formas y colores… por fin la teníamos en nuestras manos: ¡la primera PapayaCup!
Lo más dificil
PapayaCup es una realidad gracias a un enorme esfuerzo, sobre todo de horas de trabajo y también económico.
¿Os imagináis compaginar la crianza de un bebé de un año, un trabajo por cuenta ajena y emprender un negocio? Sí, todo a la vez. Las que sois mamás sabéis de lo que hablamos. La maternidad es un camino duro y si a eso le sumas las dificultades propias de crear una empresa desde cero y sin experiencia…
Durante este tiempo hemos tenido que lidiar con muchísimos problemas de diversa índole: obstáculos burocráticos, plazos de entregas que no se cumplen, impresiones de mala calidad, paquetes que se pierden…
A una semana de lanzar la web, la empresa de transportes nos perdió todas las latas (el packaging) donde van las copas menstruales. Nadie sabía dónde estaban nuestros paquetes y los días pasaban. Nunca habíamos pasado tantos nervios como durante aquella semana.
Al final todo quedó en un susto y una divertida anécdota.
Un chute de energía
La primera persona en probar el prototipo fui yo, Patricia. No os podéis creer la alegría que sentí cuando no noté ninguna molestia al ponerla. Cero dolor y se acoplaba perfectamente. Mi sueño se había hecho realidad: habíamos creado una copa muy cómoda, que no molestaba y con una forma totalmente diferente para que encajara perfectamente con nuestra anatomía.
Había llegado el momento de probar la copa con otras mujeres que habían tenido problemas con otras copas. Queríamos saber si PapayaCup era “la solución” para ellas, como lo fue para nosotras. Con ganas pero con mucho miedo, seleccionamos cuidadosamente a las afortunadas y esperamos impacientemente sus valoraciones.
Una vez más se hizo la magia: la mayoría de las mujeres quedaron encantadas con PapayaCup. Les había sorprendido su diseño curvado y destacaban sobre todo su comodidad por encima de todo.
Esas valoraciones nos inyectaron la energía que necesitábamos para sacar el proyecto adelante. Nos formamos en Educación Menstrual, mejoramos el packaging, creamos nuestras redes sociales y corregimos algunos detalles de la primera PapayaCup.
EL FINAL DE NUESTROS PRINCIPIOS
En diciembre del 2021, recibimos nuestras primeras compras y con ellas, las primeras opiniones de los clientes, y fueron realmente increíbles. Las primeras personas que nos compraron fueron aquellas mujeres que habían tenido problemas con otras copas y que habían perdido la esperanza de poder usar una copa menstrual. ¡PapayaCup ya era una realidad! Habíamos creado una copa menstrual única y queríamos gritarlo a los cuatro vientos. Todo el esfuerzo y la pasión que habíamos volcado en el proyecto cobró sentido al ver la acogida que tuvimos.
NUESTRO FUTURO
Seguir trabajando, creciendo e investigando para crear más productos que os hagan la vida más fácil y que os funcionen de verdad.
Nuevos productos
Ya estamos trabajando con el diseño de un nuevo producto: ecológico, con impacto social y que puede que sea el mejor complemento a la copa menstrual.
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